jueves, 17 de abril de 2008

Instantes


Adoro esas mañanas limpias y frías del invierno, la brisa suave en el rostro y las manos congeladas.
Me encantan los domingos con mi hermana, las caminatas en la rambla y las calles de esa ciudad que es mía. Adoro la luna llena y el sol, y sus rayos cálidos sobre la piel. Amo el mes de octubre, y esos primeros días de primavera, con sus frutillas, rojas y jugosas y las noches de verano, serenas y apacibles.
Perderme por las calles, caminar sin brújula ni estrellas, y encontrarme nuevamente. Amo la luz de sus ojos, el brillo de su rostro y el aroma a café recién hecho en las mañanas. Adoro los recuerdos vivos de mi perra de la infancia, negra y adorable, mi mejor amiga que ya no me acompaña.
Me encanta llevar la contraria, y perderme en mi mundo, que es mío, porque solo yo, puedo descubrirlo cada día.

Me gustan las palabras al oído, y los susurros; la mano en el hombro, que me detiene firme y decidida cuando siento que flaqueo. Los abrazos de mis grandes amigos, los consejos de mi padre y la mirada de la gente que me quiere.
Me gusta reír, y rezongar, y andar de un lado para el otro como un loco, porque me hace sentir que vivo y que siento y que el mundo que percibo está ahí y existe.
Me gusta discutir cuando no tengo razón, y reconocer que me equivoco, pues me muestra que no soy ni seré perfecto.
Amo el sonido de la lluvia en las noches de verano, el olor a tierra mojada y el canto de los pájaros al salir el sol. Me fascinan los pelones, el silencio del campo y los fines de semana. Me fascina su sonrisa, y jugar a la escondida.
Adoro el vaso medio lleno, el sonido de las copas y los brindis entre amigos. Las charlas eternas, las idas a pescar y descubrir todos los días que la amistad existe y no es mentira.

Me encanta recordar, y descubrir como la vida cambia y como la vida sigue, y que las cosas que tememos son triviales.
Adoro las cosas sencillas, que uno no valora porque es tonto, y de golpe, la misma realidad lo lleva a descubrirlas. Amo las casas viejas y grandes, llenas de polvo y de recuerdos, porque están llenas de misterio y desafíos.
No saben como adoro ser un caminante de la vida, y andar por ahí, descubriendo a cada paso las sorpresas que me entrega poco a poco.

Y amo esos momentos fugases, esas imágenes furtivas que se cruzan cada tanto, cuando estoy entre los míos, abriéndome los ojos y alertándome que soy realmente feliz.

4 comentarios:

Bloody dijo...

Qué gran manifiesto optimista. Se disfruta un montón leerlo y saber que todavía queda gente que ve el vaso lleno. Es casi un milagro.

Arkadia dijo...

Una vez te pregunté: ´"¿Queres alcanzar cosas grandes?"

Y me respondiste a la ligera, con naturalidad, como quien no piensa demasiado en lo que dice porque ya lo ha pensado: "Sí, mientras no me alejen de las pequeñas".

Schedule 80 & Arkadia dijo...

No puedo creer que te acuerdes de esas cosas....gracias luz de mis ojos...te quiero.

Anónimo dijo...

No soy muy partidaria de los comentarios, aun asi, aqui dejo constancia de mi presencia, para que veas que te sigo aunque no lo parezca.
Qué extraño!Confeccionando listas! y yo que me creia que esas cosas se le ocurría a gente loca que necesita poner orden en su distraída vida. En busca de un remanso de paz?