viernes, 11 de abril de 2008

Conciencia


-¿Eres tú?- Le preguntó, mientras se miraba en el espejo.

-¿Crees que tienes derecho a preguntarme eso? -Respondió.

-Te hice una pregunta, necesito saber la verdad. ¿Es posible que seas tú? Ya nada es real para mí, los sueños y mis miedos se mezclan, se confunden.

-¿Y que pretendes que te diga?

-La verdad, solo dime la verdad. Estoy aturdido, todo esto es demasiado para mí. Siento ganas de perderme entre las estrellas, y no las alcanzo. Tengo todo eso que no tuve, y no lo siento. Te ruego que me ayudes, solo tú conoces mis secretos, me conoces. No hay nadie mas para mí. Me desvanezco, me destruyo paso a paso, segundo a segundo, en una vida inútil. ¡Ayudame!

-No hay nada que pueda hacer. Lo siento. Muchas veces he tratado de advertirte. Te mostrado tus errores, y te he mostrado la luz en el camino oscuro. Y me has ignorado. Y ahora, después de todo este tiempo, con todos los errores repetidos, vuelves a mí, suplicando que te ayude. ¿Es que me crees una estúpida? Me has olvidado, me has maltratado, has dejado que me pudra, y no te importó. Nada de lo que digas me hará quererte. Has mentido, a mí y a otros, los has herido, estafado, te lo advertí. Te advertí mil veces que te estabas perdiendo, pero no me escuchaste, me sacaste de tu vida. Realmente no creí que volvieras a llamarme, en eso sí, y por primera vez desde que nos conocemos, me has sorprendido.

-He sido un idiota, lo sé. Un imbécil sin perdón. Pero ya no se que hacer, siento que mi vida se me escapa, y no haces nada. ¡Estás ahí! ¡Maldita! ¡Tienes que ayudarme! ¿Donde estás? ¿Porque me dejaste? Jamás te dije que te fueras. ¡Estás mintiendo!


Sin darse cuenta, estallo en lágrimas, hasta que un frío silencio los abrazó por varios segundos, hasta que él, invadido por la desesperación de perder su único lazo con el mundo, golpeó el espejo con todas sus fuerzas. Puñetazo tras puñetazo, hasta hacerlo añicos.


De rodillas, frente a los trozos destruídos, vió los reflejos desfigurados de su rostro, y una vez mas le preguntó:


-¿Vas a dejarme?

-Ahí tienes tu respuesta-Dijo ella afectuosamente- Sí, soy yo. Y no, no voy a dejarte. Soy parte de tí, no puedo irme, aunque lo quieras. Recoje los trozos, y construye nuevamente el espejo.

2 comentarios:

Arkadia dijo...

Estás virando: filosófico y arraigado, pero querés sumergirte entre las estrellas. Estrellas como las que se ven en el campo, donde no hay nada o casi nada.

Desnuda baila la Diosa Vida, deseada canta la Madre Muerte.

Yo te conozco. Puedo ver tu identidad. Y ella también, seguramente.

Beso,
Arkadia

Schedule 80 & Arkadia dijo...

Estimada...no me sico analises. Yo también te conozco y mucho....
Beso grande.