sábado, 22 de diciembre de 2007

Momentos.


Mil veces me he cuestionado que es la felicidad. Que debe sentir uno para saber que es feliz. También me causa mucha curiosidad saber que siente la gente que es feliz, o al menos, que dice serlo.

Me han explicado mil y una veces que es una pregunta que ha atormentado a la humanidad desde los comienzos de la filosofía, mas me cuesta creer que más de 2000 años de meditarlo, no hayamos llegado a una conclusión contundente.

Creo que la gente demasiado racional, siente una mayor dificultad para entenderse a si misma, o para entender a los demás. Quizás porque siente que frente a todos los complejos problemas nos ofrece el universo, no vale la pena detenerse en los problemas de quienes nos rodean, o quizás es que somos simplemente muy estúpidos.

Hoy fue uno de esos días que alegran el alma, mientras todo parece venirse abajo, y donde uno entiende algunas de las pautas que gobiernan nuestras vidas.

La brisa del viento en mi rostro, mientras viajaba a 80 kilómetros por hora en la moto de mi mejor amigo, logró despejar mi mente a la misma velocidad. Y fue y es, esa sensación de libertad que te golpea demasiado deprisa como para que puedas detenerte a meditar. Y mis ojos se abren de par en par, y luego se cierran para contener las lágrimas.

Y es ese esperar algo que no llega, porque algo mejor llega primero, ese saber sin darte cuenta, que la vida son momentos, que se unen como un puzzle, pieza por pieza, mientras pasan los años.
Es esa canción de Pink Floyd, que me sigue moviendo las entrañas y haciendo llorar cada vez que la escucho, o levantarme los domingos temprano para ver a mi adorada hermana e ir a almorzar. Son esos amigos, pocos, pero valiosos, que crecieron conmigo, y que me acompañan aún. Son los segundos de risas, y los segundos de llanto. El levantarse un lunes de mal humor para ir a trabajar, pero siempre silbando, con una alegría interna que no sabes de donde sale.
Las caminatas en la rambla, y los paseos de domingo en Tristán Narvaja. Las calles de la ciudad que adoro, y los rincones que, en mi mente, son míos.
Son los asados, y las despedidas, la gente que llega, y la gente que se va y la gente que hace tanto no veías, pero que sigue ahí, intacta. Y el beso de despedida, de alguien a quien amaste mucho, pero que dejaste ir y así cuidarla. Es ese todo, que te acompaña siempre y que no ves, y ese pasado que te acompaña, que a veces pesa, y otras veces calma.
El canto de los gorriones en las mañanas de otoño, el frío que corta en una tarde de invierno, y la brisa que te renueva en primavera.
Es el volver a ver a ese amigo que hace tiempo se fue, y que pensaste que no volvería. Es la mujer que siempre soñaste, que tiene todo lo que siempre has querido, y que aún no conoces, pero que está ahí, esperándote.
Y cada anochecer, y cada atardecer, y aquella caminata de la mano, donde sentiste que era tuya, y la amaste, en silencio.
Son tus sueños, que viven en vos, y que renacen todos los días sin que los veas, y que, empecinados en ser, te acosan y te persiguen, hasta que el día en que se cumplen, te atrapan desprevenido.
La sonrisa de tu amiga, al llegar a trabajar, que te dice que el día empezó, y que será bueno solo si tú lo quieres. Y mis padres que me aman, y soportan todas esas locuras de niño inexperto que quiere vivir y no sabe como.
Es entender, que las necesidades de los demás son más valiosas que las nuestras, y que una sonrisa sincera, tiene mas fuerza que una palabra ofensiva.
Y que la vida son momentos.

Y al abrir los ojos, empapado en lágrimas, mi amigo baja la velocidad, me mira y se sonríe.

“Hacía tiempo no hacíamos esto, realmente me hace muy feliz”.

Y entendí……..

Schedule 80.

(Gracias a todos los que día a día construyen mi felicidad sin saberlo, y ojala pueda yo hacer por ellos todo lo que hacen por mí).

3 comentarios:

Bloody dijo...

Qué lindo. Es lo único que me sale decir. Todo fluye tan fácilmente. Así también es la felicidad, supongo. También creo que son instantes. Y en un segundo sentis que las entrañas se te retuercen de felicidad. A mí me encanta.

Veo que eso de escribir bien es de familia.

Saludos.

Schedule 80 & Arkadia dijo...

Muchas gracias...son momentos...sin dudas..el secreto es saber aprovecharlos.
un beso y gracias por el comentario.

sch 80

Arkadia dijo...

Sch, precioso. Como dice Bloody, no me sale más que decir.

Gracias a vos por esa disposición eterna a mejorar. Siempre aspirando a cosas grandes, siempre y cuando no te separen de las chicas. Me lo dijiste vos.

Un abrazo enorme.
Arkadia